Lectura Bíblica: Ezequiel 37:1-14
Dios vive en medio de querubines, serafines, ángeles que están a su servicio, y en su sabiduría Dios se propuso poblar la tierra. Primeramente creó las condiciones apropiadas para el desarrollo sostenido de la vida, dándole luz y calor, separando los mares de la tierra seca, creó las plantas y los animales y por último al hombre y la mujer.
En el relato de Génesis capítulo 1:1-3, nótese que se repite “Y dijo Dios”. Nótese también la presencia del Espíritu Santo moviéndose atento a la palabra de Dios para ponerse en acción y crear lo que ahora vemos. La Palabra de Dios y el poder del Espíritu juntos para crear las cosas. Y dice Hebreos 11:3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.
Los huesos que viven:
En la porción que leímos al inicio la mano del Señor vino sobre el profeta Ezequiel y lo llevó en el Espíritu de Jehová y lo puso en medio de un valle lleno de huesos secos y secos en gran manera, es decir que hacía mucho tiempo que permanecían en la intemperie, el sol, el viento, la lluvia habían puesto su cuota en el deterioro de esos huesos. Y luego viene la palabra de Dios al profeta,
- “Hijo de hombre ¿Vivirán estos huesos?
- Señor Jehová tú lo sabes.
- Profetiza sobre estos huesos y diles: Huesos secos oíd palabra de Jehová,
- He aquí yo hago entrar espíritu en vosotros y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré sobre vosotros espíritu y viviréis y sabréis que yo soy Jehová.
Palabra y Espíritu:
Se repite la constante Palabra y Espíritu, y las cosas se producen, los milagros se producen, las sanidades, los milagros, los prodigios son hechos realidad. Pero el profeta tuvo que hablar a los huesos secos, tú tienes que hablara a las circunstancias que te rodean y producir los cambios.
Dios nos creó con la capacidad de comunicarnos, de poder hablar, luego el poder para crear está en tu boca, y el Espíritu de Dios con todo su poder está en tu corazón, todo esto nos lleva a la siguiente verdad espiritual: que estamos capacitados para cambiar nuestras circunstancias con la palabra en tu boca. Luego habla a tus circunstancias, habla al mar y al viento como lo hizo Jesús, Él habló al viento y al mar y se hizo gran bonanza, Mateo 8:8, tu y yo lo podemos hacer, pues Jesús dijo: “cosas mayores que estas harán los que creen en mí”
“Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón” Deuteronomio 30:14-16.
Gloria a Dios por su palabra que la tenemos cerca de nosotros para hacer lo que Dios hace, como dijo Jesús en Juan 5:19-20 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por si mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis”, y Juan 14:10 “¿No crees que yo soy en el Padre y el Padre en mí?, Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mi Él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre y el Padre en mí; de otra manera creedme por las mismas obras”.
Jesús repetía las palabras de su Padre, nosotros como hijos de Dios debemos repetir las palabras de nuestro Padre y ponerlas en acción.
David dijo en Salmos 119:89 “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos”, es decir que son como si recién hubiesen sido dichas. Así como las transmisiones radiales son lanzadas a la atmósfera y rebotan y regresan y son captadas por las antenas de radio y reproducidas en los hogares, así la palabra de Dios está en los cielos lista para tomarla y poner las cosas en movimiento.
El poder de atar y desatar está en tu boca
Mateo 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en los cielos; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en los cielos”, las cosas en los cielos se mueven desde a tierra.
Entonces el poder de Dios es desatado cuando nos ponemos de acuerdo con su Espíritu y hablamos, y profetizamos y decretamos a los aires, a las familias, a la nación entera para que se produzcan cambios.
¿Estás pasando por alguna enfermedad?, átala y échala fuera de tu cuerpo en el Nombre de Jesús. No digas mi enfermedad, como si fuera tuya, mi reuma, mi artritis no me deja caminar, no te apropies de lo que no es tuyo. Llama a a salud para tu cuerpo, decreta milagro, decreta salud para tu cuerpo, di “estoy sano por las llagas de Cristo”.
¿Qué te impide ejercer tu fe?
Una hermana había sido instruida en esta palabra y un día fue acorralada por un grupo de ladrones que le pedían que les entregue su cartera, ella trató de acordarse de la Palabra de Dios, de aquel pasaje del Salmos 91:4 que dice “Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro”, pero solo se acordó de una palabra y empezó a gritar “Plumas, plumas, plumas,…”. No sé lo que vieron pero los ladrones sorprendidos se fueron huyendo, corriendo.
Anímate háblale a tus circunstancias adversas y cambialas a favorables en el nombre de Jesús Amén.
Ps. Alfredo Monteza y Carmen de Monteza
Misión Bíblica Emmanuel de Salamanca
Av. Euterpe 236 Urb. Olimpo, Ate, Lima - Perú
viernes, 14 de noviembre de 2008
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