Lectura Bíblica: 1º Samuel 1:1-13
En Génesis 2:18 después que Dios creo todo, donde todo era bueno y bueno en gran manera, expresó “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea”. Todo era bueno y en gran manera a excepción que el hombre estaba solo, y dijo Dios le haré ayuda idónea.
Idónea: que tiene suficiencia, competencia, dignidad o buena disposición para alguna cosa.
Mujer fuiste creada para ser ayuda idónea, digna, suficiente, competente para cumplir tu labor, que nadie te diga lo contrario. Nunca pienses que no sirves para nada, Dios te ha hecho perfecta para ser de ayuda para el hombre. Dios te ha capacitado para que cumplas tu labor de mujer.
A.- En Génesis 17:1-2, 18:1-2, 9-15
He aquí una mujer que se pensaba inútil, que su tiempo de dar vida había pasado, ya tenía edad avanzada y la costumbre de las mujeres había pasado para ella, era estéril. Pero un día recibió una palabra de parte de Dios que revolucionó su vida y su existencia, una palabra que cambió el rumbo de su vida, una palabra que le dio nuevas esperanzas de alcanzar el sueño de toda mujer en Israel: 18:14 “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”, esas palabras repercutieron en su mente y en su corazón, luego pensó ¿será cierto esto, que siendo mi señor y yo de edad avanzada voy a tener el deleite de traer un niño a existencia? y Sara creyó aunque con cierta duda, pero la promesa estaba dada, y al tiempo de la vida tuvo un hijo, la que no podía concebir tuvo un hijo, su afrenta fue quitada, cuando había perdido toda esperanza.
No te dejes engañar por las apariencias, no te dejes engañar por las circunstancias, tú eres idónea, Dios te hizo digna de recibir lo mejor de Dios por Jesucristo nuestro Señor, tu eres digna de concebir tus sueños y hacerlos realidad. No te dejes aplastar por las circunstancias, no te dejes avasallar por lo que otros dicen de ti, levántate ve la grandeza de tu Dios, levántate aprópiate de las promesas de Dios.
B.- 1º Samuel 1:1-13
Es la historia de otra mujer con el mismo problema que el de Sara, no podía concebir un niño y para toda mujer casada en Israel, eso era inconcebible. Pero a diferencia de Sara, no se resignó a quedar así, buscó, lloró, pidió de todo su corazón a Dios, al que todo lo puede a aquel que nada es imposible, ese era su Dios y es tu Dios, el que nos hizo, el que nos hizo perfectos, dignos y competentes, suficientes, idóneos.
Entró al santuario llorando, con amargura de alma, con todo sus sentimientos, lloró abundantemente, derramando su alma delante de Dios, no había duda en su propósito, había solo determinación, solo quería una cosa tener un niño y se lo pidió a Dios. Hizo una oración específica, hizo un voto, si me das un hijo, yo te lo devolveré.
Hablaba en su corazón movía sus labios pero no se oía sonido. Dios te escucha, aquel que todo lo sabe no necesita palabras, no hay palabras cuando hay un corazón abierto y receptivo para Dios. Y Dios oyó su plegaria 1:20-21 y concibió un niño y lo llamó Samuel.
No termina allí la historia, ella lo trajo al templo y lo dedicó al servicio de Dios y Dios la bendijo y la honró y le devolvió 5 hijos más 2:20-21. Dios honra a los que le honran 2:30.
En 1º Pedro 3:7 nos enseña a los maridos que vivamos sabiamente con ellas, dando honor a la esposa como a vaso más frágil, ellas no tienen la fortaleza física, psíquica, moral que los varones poseemos y dando honor a la mujer como coheredera de la gracia de la vida, para que nuestras oraciones no tengan estorbo.
En Gálatas 3:26-28 Dice que todos somos iguales e Cristo.
Efesios 5:25-28 Nos insta a amar a nuestras esposas.
Hay una ley llamada la Ley de reciprocidad que en términos simples dice “No hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo”, ama y serás amado, honra y serás honrado, bendice y serás bendecido, no insultes, no juzgues, no critiques, no levantes falso testimonio, ama y serás amado.
Ps Alfredo Monteza
sesabio@gmail.com
domingo, 19 de octubre de 2008
viernes, 3 de octubre de 2008
Dios te conoce
Lectura Bíblica: Lucas 7:36-50
Muchas personas se acercaron al Señor, le hicieron preguntas, lo invitaron a su mesa, le pidieron milagros, algunos tenían buenas intenciones, otros intenciones muy malvadas, como escribió San Juan: “muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre” Juan 2:23-25. El Señor va más allá de las apariencias humanas el ve el corazón del hombre como un libro abierto y no hay nada que se esconda de él.
Un fariseo invita a Jesús (36)
Fariseo secta del judaísmo, legalista, ritualistas y tradicionalistas, creían en la resurrección y en ángeles. Lucas 7:30 dice: “Más los fariseos y los intérpretes de la Ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan”
El fariseo, de nombre Simón, era un hombre de buena reputación y excelente posición social.
Este hombre rogó a Jesús que comiese con él. El Señor llegó a la casa y se sentó a la mesa, a juzgar por sus actitudes, no era muy devoto del Señor, no creía en sus palabras, dudaba de quien era Jesús, tal vez le invitó para tentarle. Lo cierto es que al entrar el Señor no siguió con lo acostumbrado, es decir no le recibió con un beso, ni le lavó los pies, ni le ungió. Estas actitudes no pasaron desapercibidas al Señor.
Una mujer pecadora (37-38)
Una mujer de la ciudad, conocida por ser de mala reputación, sabiendo que Jesús estaba en casa del fariseo, éste también era conocido en la ciudad, vino trayendo un frasco de alabastro con perfume.
Una mujer con una actitud diferente, es muy acentuado el contraste, entró a la casa mientras el maestro y los invitados recostados en sillones disfrutaban de lo servido en la mesa, vino detrás de él a sus pies, en actitud de humillación, llorando de arrepentimiento, lavó los pies de Jesús con sus lágrimas y los enjugó con sus cabellos, y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Ni una palabra, pero sus hechos gritaban: “perdóname Señor, perdóname”.
Trajo su vida vino a la casa, rindió su alma, lloró, rindió su espíritu se doblegó, se humilló de arrepentimiento se quebró delante del Señor.
Juzgando al Señor (39)
El fariseo dijo para sí: “Éste, si fuera profeta, conocería quien y que clase de mujer es la que le toca, que es pecadora”, el fariseo conocía a la mujer pero no conocía quien era Jesús, el maestro conocía los corazones de todos los que estaban recostados a la mesa, conocía lo que había en el corazón de la mujer: arrepentimiento y fe, y conocía lo que había en el del fariseo: escepticismo, soberbia y crítica. No juzgues a tu hermano, no pienses mal de él, no juzgues al Señor tu Dios sea lo que sea que suceda a tu alrededor.
La parábola de los dos deudores (40-43)
Jesús, al ver estas actitudes en contraste, dirige la palabra al fariseo: Simón un acreedor tenía dos deudores, el uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con que pagar, perdonó a ambos. ¿Cuál de ellos le amará más?. Y simón respondió pienso que aquel a quién perdonó más. Y Jesús respondió “rectamente has juzgado”.
Sin duda Simón era un hombre inteligente, pensador, reflexivo.
Aplicación de la parábola (44-47)
Y Jesús pasa a enseñarle y darle una ocasión de arrepentimiento, ¿Ves esta mujer?, entré a tu casa y no me diste agua para mis pies, mas ésta ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso, pero ésta no ha dejado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite, mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados le son perdonados, porque amó mucho, mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
Jesús le estaba diciendo, Simón se quien es esa mujer, no necesitas decírmelo, yo sé quien es, y se que trae en su corazón, un dolor profundo por su pecado, y un deseo profundo de cambio de vida, esto es esencial para la salvación.
Dice David: “Al corazón contrito y humillado, no despreciarás tú Oh Dios” Salmos 51:14.
Y Pedro: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él., porque él tiene cuidado de vosotros” 1ª Pedro 5:6-7.
Jesús es Dios y es rico en misericordia
Su misericordia le antecede.
Cuando Dios envió dos ángeles para que sacaran a Lot y a su familia antes de la destrucción de Sodoma, los tomaron por las manos y los sacaron a la fuerza, porque no querían salir, y dice la escritura “según la misericordia de Jehová Dios para con él, y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad” Génesis 19:16
“Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia” Salmos 103:8.
Dios el Dios nuestro es rico en misericordia, el conoce los corazones y se apresura a actuar cuando ve corazones que le aman y anhelan agradarle solo a Él.
Dios te conoce ¿Quieres conocerle tú?, te invitamos a nuestra reuniones los días miércoles de 7 a 9 p.m. y los domingos de 10 a 12 a.m, en la Av. Euterpe 236 Urb. Olimpo, Altura cuadra 11 de la Av. Los Quechuas, ven con toda tu familia.
Pastores Alfredo Monteza y Carmen Lozano de Monteza
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Muchas personas se acercaron al Señor, le hicieron preguntas, lo invitaron a su mesa, le pidieron milagros, algunos tenían buenas intenciones, otros intenciones muy malvadas, como escribió San Juan: “muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre” Juan 2:23-25. El Señor va más allá de las apariencias humanas el ve el corazón del hombre como un libro abierto y no hay nada que se esconda de él.
Un fariseo invita a Jesús (36)
Fariseo secta del judaísmo, legalista, ritualistas y tradicionalistas, creían en la resurrección y en ángeles. Lucas 7:30 dice: “Más los fariseos y los intérpretes de la Ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan”
El fariseo, de nombre Simón, era un hombre de buena reputación y excelente posición social.
Este hombre rogó a Jesús que comiese con él. El Señor llegó a la casa y se sentó a la mesa, a juzgar por sus actitudes, no era muy devoto del Señor, no creía en sus palabras, dudaba de quien era Jesús, tal vez le invitó para tentarle. Lo cierto es que al entrar el Señor no siguió con lo acostumbrado, es decir no le recibió con un beso, ni le lavó los pies, ni le ungió. Estas actitudes no pasaron desapercibidas al Señor.
Una mujer pecadora (37-38)
Una mujer de la ciudad, conocida por ser de mala reputación, sabiendo que Jesús estaba en casa del fariseo, éste también era conocido en la ciudad, vino trayendo un frasco de alabastro con perfume.
Una mujer con una actitud diferente, es muy acentuado el contraste, entró a la casa mientras el maestro y los invitados recostados en sillones disfrutaban de lo servido en la mesa, vino detrás de él a sus pies, en actitud de humillación, llorando de arrepentimiento, lavó los pies de Jesús con sus lágrimas y los enjugó con sus cabellos, y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Ni una palabra, pero sus hechos gritaban: “perdóname Señor, perdóname”.
Trajo su vida vino a la casa, rindió su alma, lloró, rindió su espíritu se doblegó, se humilló de arrepentimiento se quebró delante del Señor.
Juzgando al Señor (39)
El fariseo dijo para sí: “Éste, si fuera profeta, conocería quien y que clase de mujer es la que le toca, que es pecadora”, el fariseo conocía a la mujer pero no conocía quien era Jesús, el maestro conocía los corazones de todos los que estaban recostados a la mesa, conocía lo que había en el corazón de la mujer: arrepentimiento y fe, y conocía lo que había en el del fariseo: escepticismo, soberbia y crítica. No juzgues a tu hermano, no pienses mal de él, no juzgues al Señor tu Dios sea lo que sea que suceda a tu alrededor.
La parábola de los dos deudores (40-43)
Jesús, al ver estas actitudes en contraste, dirige la palabra al fariseo: Simón un acreedor tenía dos deudores, el uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con que pagar, perdonó a ambos. ¿Cuál de ellos le amará más?. Y simón respondió pienso que aquel a quién perdonó más. Y Jesús respondió “rectamente has juzgado”.
Sin duda Simón era un hombre inteligente, pensador, reflexivo.
Aplicación de la parábola (44-47)
Y Jesús pasa a enseñarle y darle una ocasión de arrepentimiento, ¿Ves esta mujer?, entré a tu casa y no me diste agua para mis pies, mas ésta ha regado mis pies con lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso, pero ésta no ha dejado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite, mas ésta ha ungido con perfume mis pies.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados le son perdonados, porque amó mucho, mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
Jesús le estaba diciendo, Simón se quien es esa mujer, no necesitas decírmelo, yo sé quien es, y se que trae en su corazón, un dolor profundo por su pecado, y un deseo profundo de cambio de vida, esto es esencial para la salvación.
Dice David: “Al corazón contrito y humillado, no despreciarás tú Oh Dios” Salmos 51:14.
Y Pedro: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él., porque él tiene cuidado de vosotros” 1ª Pedro 5:6-7.
Jesús es Dios y es rico en misericordia
Su misericordia le antecede.
Cuando Dios envió dos ángeles para que sacaran a Lot y a su familia antes de la destrucción de Sodoma, los tomaron por las manos y los sacaron a la fuerza, porque no querían salir, y dice la escritura “según la misericordia de Jehová Dios para con él, y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad” Génesis 19:16
“Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia” Salmos 103:8.
Dios el Dios nuestro es rico en misericordia, el conoce los corazones y se apresura a actuar cuando ve corazones que le aman y anhelan agradarle solo a Él.
Dios te conoce ¿Quieres conocerle tú?, te invitamos a nuestra reuniones los días miércoles de 7 a 9 p.m. y los domingos de 10 a 12 a.m, en la Av. Euterpe 236 Urb. Olimpo, Altura cuadra 11 de la Av. Los Quechuas, ven con toda tu familia.
Pastores Alfredo Monteza y Carmen Lozano de Monteza
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jueves, 2 de octubre de 2008
Dios es bueno
Sal 100:1-5
Una de las cualidades que más me gusta de Dios es su bondad, es una de sus perfecciones que debemos resaltar y por la cual estar agradecidos de por vida.
A través de la Biblia vemos las diferentes demostraciones de su amor, no solamente con los buenos, sino también con los impíos. “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos” Mateo 5:44-45.
El diablo hará todo lo posible por hacernos creer que Dios no es bueno, que Dios no es recto, que Dios no es transparente en el trato con sus hijos.
En Génesis 3:1-5, cuando la serpiente se acercó a Eva en el huerto le dijo: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol de huerto?”
¿Qué está insinuando?, ¿Insinúa que Dios no es del todo transparente en su trato con sus criaturas?, ¿Qué, acaso pretende ser mas bueno que Dios?
Y la mujer respondió: “De todo árbol del huerto podemos comer, pero del árbol que está en medio del huerto, dijo Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis”.
Al parecer Eva estaba como niñita tocando todos los frutos del huerto y echándoselos a la boca y Adán tuvo que decirle, ¡ten cuidado con el árbol que está en medio del huerto, si siquiera se te ocurra tocarlo!
El mandamiento de Dios fue que no lo coman, y el mandamiento de Adán a Eva fue que no lo toque.
“No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”
La red quedó tendida para que el ave caiga en la trampa.
Les está diciendo, ustedes son ciegos, fanáticos, no ven más allá, nosotros somos liberales, no somos cucufatos, ¿No son estas las voces que escuchamos hoy?
Les está diciendo Dios no quiere que sean como él, prefiere tenerlos en la ignorancia. Así no son las cosas. No le obedezcan a él, obedézcanme a mí, y verán que no van a morir.
Cuantas desgracias se han producido a lo largo de la historia de la humanidad por saber el bien y el mal y no decidir hacer el bien sino el mal. Cuántas guerras, cuantas muertes, cuanta miseria, cuantas enfermedades, y cada vez se descubren nuevas enfermedades e el cuerpo, cuantos secuestros, extorsiones, cuanta explotación del hombre por el hombre, cuanta perversión y podredumbre.
No había vuelta atrás, una vez que desobedecieron empezaron a morir, aparecieron las primeras canas, ya no había las fuerzas de antes, entró la enfermedad, la vista empieza a fallar, aparecieron las arrugas y el pelo se cae.
Dios mismo tuvo que venir a este mundo en la persona de su Hijo Jesucristo, y señalarnos el camino hacia el Padre, Gloria a Dios, en Cristo volvemos a la casa del Padre, a la comunión con nuestro Padre, al amor del Padre, en Cristo encontramos la vida tal cual fue diseñada en los designios santos de Dios.
Y para lograr nuestra reconciliación tuvo que dar su vida en expiación por el pecado, para presentarnos santos y sin mancha delante de Dios su Padre. Para que Él en su grande amor y misericordia nos reciba como hijos.
¿No es esto la mayor demostración de su amor?
Entonces que nonos vengan con cuentos, cuando venga el diablo a poner un pensamiento en tu mente diciendo, si Dios es bueno ¿por qué permite tanta miseria?, ¿por que permitió que se muriera fulanito de tal pobrecito, tan bueno él, por que no se lo llevó a zutanito, lo tiene bien merecido?
No nos dejemos llevar por apariencias, sutilezas del enemigo, que trata de confundirnos y mostrarnos a Dios como malo y él mostrarse como bueno.
Rechacemos todo indicio de pensamientos contrarios a lo que nos enseña la Palabra de Dios.
Juan 15:13-14 “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”
Alguien tuvo una idea, de tomar lo mejor del cristianismo, lo mejor del mahometismo, lo mejor del judaísmo, lo mejor del hinduismo, y crear una nueva religión, y le pregunto a un pastor ¿qué le parecía la idea?, el pastor le dijo bueno te faltaría hacer unos cuantos milagros y morir y resucitar al tercer día.
No se trata de ser buenito, se trata de ser obediente a la Palabra de Dios, hay muchas personas muy buenitas, y otras muy bien intencionadas pero sus vidas no muestran los frutos necesarios de arrepentimiento, entonces su religión es vana, no salva, porque el único que salva y santifica es nuestro Señor Jesucristo.
Te invitamos a participar de nuestras reuniones los Domingos de 10 a 12 a.m. en la Av. Euterpe 236 Altura de la cuadra 11 y 12 de la Av. Los Quechuas. Bienvenidos. Ven con toda tu familia.
Escríbenos a: sesabio@gmail.com
Pastores: Alfredo Monteza y Carmen Lozano de Monteza
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