Deuteronomio 8:1-3
Cuatrocientos años como esclavos en Egipto, había calado muy profundamente en la vida de los hijos de Israel. La esclavitud, el trabajo no remunerado, la dureza del trato bajo el látigo egipcio, habían hecho mella en la mente, el corazón, el alma de los hebreos. Aprendieron a murmurar, a no estar contentos con nada, a guardar rencor contra sus opresores, a tener malas actitudes, etc.
Dios les envió un libertador quien con la ayuda del Dios Todopoderoso los sacó con demostración de poder sobrenatural, divino. Las diez plagas doblegaron el corazón endurecido de Faraón y los dejó ir. Salieron de Egipto llenos de presentes de oro, plata, bronce, vestidos, mantos, y esperanza.
Salieron de Egipto, pero Egipto no salió de sus corazones, muchos recuerdos quedaron en sus mentes, fueron tentados a regresar a Egipto, a los ídolos, a la comida de Egipto.
Dios tuvo que probarlos “para saber lo que había en su corazón, para saber si guardarían o no sus mandamientos”.
No es acaso parte de nuestra historia, fuimos rescatados de la esclavitud que produce el pecado, y ahora en Cristo todavía quedan los recuerdos, las actitudes aprendidas, los malos hábitos repetitivos, las heridas provocadas por insultos, acusaciones falsas o ciertas que no queríamos que se descubriesen, etc. Todas estas cosas tienen que cambiar, tenemos que dejar al hombre viejo, tenemos que renunciar a esas cosas que nos atraían, todo lo que antes nos parecía normal, bien, porque todo el mundo las hacía, ahora son puestas bajo la lupa de la Palabra de Dios, por nuestra conciencia.
Cada uno decide obedecer o no a la Palabra que dice, “Haced morir lo terrenal en vosotros”. Este es un proceso de renuncia al Yo, diaria y continua.
Jesús dijo: “El que quiere seguir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame, Porque todo aquel que quiera salvar su vida, la perderá y todo el que pierda su vida por causa de mi, la hallará” Mateo 16:24-25. Ese negarse a si mismo es el proceso de dar muerte al Yo, y dejar que la vida del Cristo resucitado fluya dentro de nosotros en la persona del Espíritu Santo que nos ha sido dado.
A.- Pruebas del creyente:
Son los métodos usados por Dios para probar a sus hijos.
Dios probó a Abraham exigiéndole un gran sacrificio Génesis 22:1
A Salomón dándole la oportunidad de escoger 1º Reyes 3:5
Proponiéndoles tareas imposibles Juan 6:5-6
Permitiéndoles el sufrimiento Hechos 16:23-24
Permitiéndoles tentaciones Santiago 1:2-3
Retrasando la respuesta a la oración Juan 11:6,21
B-. Actitud de los creyentes frente a la prueba:
Veamos cuál fue la actitud de cada una de estas personas ante la prueba y aprendamos de ellos:
En el caso de Abraham persistió en obediencia.
En el caso de Salomón, él pidió sabiduría de Dios, y el Señor le añadió riquezas.
En el caso de Felipe asombro y en los discípulos obediencia.
Pablo y Silas en la cárcel oraban y cantaban después de haber sido azotados con varas y Dios envió un terremoto y los liberó.
En el caso de Lázaro, aunque sus hermanas creían en el Señor Jesucristo, y creían en la resurrección de los muertos en el día final. Ellas estaban acongojadas, tristes y llorando sin esperanza, no creyeron lo que Jesús les hablaba, que Él tenía el poder para resucitar a su hermano de la tumba. Ellas le hicieron referencia a la resurrección final.
¿Cuál de estas es nuestra actitud frente a los problemas, frente a las circunstancias difíciles que nos toca vivir?, ¿Cómo estamos enfrentando la tentación? ¿Recibimos las adversidades como pruebas y le damos la gloria a Dios que tiene todo bajo su control?
Necesitamos estar preparados para la Venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, todas las señales de Mateo 24 se están cumpliendo y Jesús dijo: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” Mateo 24:34 ¿Qué generación?, la generación que vea estas señales. Como en los días de Noé. ¿No son estos los días de Noé? La gente vive su vida como si nada hubiese a pasar, sin tener en cuenta a Dios en sus vidas. O como los días de Sodoma, ¿Acaso no se ve en la televisión que los programas de mucho ratings son conducidos por homosexuales declarados abierta y públicamente como tales?, y en las grandes ciudades del mundo ¿no se ven los desfiles gay y la lucha del poder gay para que se legalice el matrimonio homosexual?. ¿Y qué creen que piensa Dios al respecto?
Estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de grandes cambios, tiempos de avivamiento, el cual viene precedido por un verdadero y genuino arrepentimiento.
Pueblo de Dios despierten, dispongan su corazón al arrepentimiento, basta ya de vidas frías o tibias, basta ya de servir a Dios a medias. Es tiempo de prepararse, es tiempo de orar, llorar, ayunar por las almas de nuestros familiares, amigos, vecinos que se pierden.
Ps Alfredo Monteza
sesabio@gmail.com
Misión Bíblica Emmanuel de Salamanca
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Alt. Cuadra 11 de la Av. Los Quechuas
Reuniones Miércoles 7-9 p.m.
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miércoles, 8 de abril de 2009
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